Con la marcha del buen tiempo muchas son las dudas que nos surgen a
la hora de realizar ejercicio al aire libre, y es que la mayoría de
nosotros reniega de seguir saliendo a la calle a practicar deporte y se
encierra en el gimnasio para correr o andar, cuando todavía podemos
disfrutar del otoño, y una de las mejores formas de hacerlo es
practicando senderismo en plena naturaleza.
El otoño es una buena época para disfrutar de los
paisajes naturales que nos brinda el bosque, por ello es importante que
estemos en contacto directo con ella y más a la hora de realizar
deporte, ya que esto nos motivará para seguir adelante y realizar una
actividad que requiere un esfuerzo físico pero puede llegar a
convertirse en un acto lúdico y entretenido. Por ello vamos a recomendar
una actividad como el senderismo que combina a la perfección deporte con el contacto directo con un medio natural, todo un regalo para el cuerpo y los sentidos.
Siempre en VItónica procuramos recomendar las mejores actividades
deportivas para cada momento del año, en este caso el senderismo es una
de ellas, y es que el otoño es un buen momento para disfrutar del
espectáculo de la naturaleza en un momento en el que todavía el tiempo
nos acompaña ya que no hace demasiado frío y podemos salir al campo a practicar deporte.
El senderismo es una buena forma de estar en contacto con la naturaleza
y fortalecer nuestro cuerpo con una actividad que combina ejercicio
aeróbico con tonificación muscular.
Practicar senderismo es una buena manera de trabajar el tren inferior sobre
todo, ya que los músculos de las piernas se ven involucrados en la
mayoría de movimientos. No debemos olvidar que al caminar en el campo
debemos hacer frente a numerosos accidentes geográficos que complican el
desarrollo de la actividad y para los que tenemos que poner a trabajar a
los músculos. Pero no solamente el tren inferior se verá afectado, sino
que los abdominales soportarán parte de la presión, al igual que los brazos y demás músculos de la zona superior del cuerpo.
La práctica del senderismo es una buena forma de realizar ejercicio aeróbico,
ya que la continua movilidad desencadenará en nuestro organismo un
proceso de quema de energía que activará nuestra circulación sanguínea y
con ello el funcionamiento del aparato respiratorio y cardiaco. El
escenario para esta actividad es el más indicado, ya que al encontrarnos
en plena naturaleza las concentraciones de oxígeno son máximas,
mejorando así el aporte que el organismo necesita, así como la salud de
los pulmones.
Junto a esto no debemos olvidar la importancia que el senderismo
tiene en lo referente a orientación, pues a pesar de que la mayoría de
las rutas están marcadas y señalizadas con balizas debemos tener una
mínima noción del lugar en el que estamos y sabes movernos a través del
monte. Además, la práctica de senderismo es una buena forma de escape de la rutina que
sufrimos en la ciudad y que nos impide seguir una vida tranquila. Al
entrar en contacto directo con el medio natural conseguiremos relajarnos
y desconectar de las obligaciones, y mucho más en otoño, época en la
que la belleza de los bosques es máxima.
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