viernes, 29 de agosto de 2014

jueves, 28 de agosto de 2014

Realizar ejercicios durante el embarazo reduce el riesgo de ganar peso en la gestación

Investigadores españoles han demostrado que realizar un plan de ejercicio durante el embarazo reduce hasta un 40 por ciento el riesgo de ganar peso,...
...al tiempo que desciende la posibilidad de padecer enfermedades como hipertensión y diabetes gestacional.

El estudio, que ha publicado la revista “Mayo Clinic Proceedings”, ha sido llevada a cabo entre 2007 y 2011 por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, de la Universidad de Granada, y de la Universidad Europea de Madrid.

La investigación, que ha contado con la participación de 962 embarazadas, pone de manifiesto que en mujeres sanas el ejercicio controlado de intensidad moderada e iniciado inmediatamente después de la primera consulta prenatal reduce el riesgo de enfermedades asociadas, de cesárea y de parto prematuro.

Mientras en las mujeres con obesidad o sobrepeso, el estudio muestra que se disminuye hasta un 86 por ciento el riesgo de riesgo de tener un bebé con macrosomía, es decir peso desmesurado en recién nacidos superior a 4 kilos.

"El embarazo es un periodo ideal para cambiar hábitos, así como para adoptar un estilo de vida físicamente activo durante este periodo y el resto de la vida", afirma el doctor Jonjaban Ruiz, primer autor del artículo e investigador Ramón y Cajal en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada.

No obstante, recuerda que "los beneficios de la práctica regular de actividad física durante el embarazo y periodo de post-parto son los mismos que los bien sabidos beneficios que obtiene la población general".
El investigador y catedrático de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Europea, Alejandro Lucía, añade que "en general, las bondades del ejercicio físico están muy desaprovechadas en la medicina actual y este tipo de estudios contribuye a crear más conocimiento para que los médicos prescriban ejercicio personalizado y de acuerdo a las condiciones de cada grupo poblacional".

Para el desarrollo del estudio se dividió a las mujeres en dos grupos iguales de forma aleatoria. Las del primero, además de seguir los cuidados rutinarios, se sometieron a un ejercicio aeróbico de intensidad leve a moderada llevándolo a cabo 3 veces por semana con una duración de 50 o 55 minutos cada sesión, desde la semana 9 a la 39 del embarazo. El segundo grupo siguió las recomendaciones habituales para cualquier mujer embarazada.

Los resultados del estudio demuestran que el aumento de peso en las mujeres que siguieron el programa de ejercicios fue menor que en aquellas que no lo hicieron; concretamente, el riesgo de ganar peso por encima de las recomendaciones del Institute of Medicine americano fue un 40 por ciento menos en las mujeres que siguieron las pautas de actividad física.

Asimismo, si bien para las mujeres obesas o que tenían sobrepeso no ha sido tan eficiente la realización de ejercicio 3 veces a la semana, se ha reducido en un 86% el riesgo de tener un bebé con macrosomía (peso desmesurado en recién nacidos superior a 4 Kg).

Otro de los principales firmantes del estudio, el profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, el doctor Rubén Barakat, considera que este estudio ha podido demostrar la importancia de una pauta correcta de ejercicio físico supervisado y conducido durante el período de gestación.

"En este sentido queda aún mucho camino por recorrer pues creemos que los beneficios del ejercicio físico programado durante el embarazo pueden alcanzar incluso los primeros años de vida del niño", afirma este experto, quien considera que "sería un tremendo error" no prolongar este tipo de investigaciones con ensayos clínicos más "extensos y ambiciosos".

Esclerosis múltiple guía de ejercicios para hacer en casa

Esclerosis múltiple guía de ejercicios para hacer en casa. Es bien sabido que la actividad y el ejercicio es beneficioso para nuestro cuerpo, pero para aquellos que padecen de esclerosis múltiple, la actividad física es mucho más importante ya que puede ayudar a prevenir complicaciones que esta enfermedad puede provocar.
El cerebro y la médula espinal forman el sistema nervioso central, estos se encargan de llevar y ejecutar las órdenes del cuerpo, gracias a esto podemos caminar, hablar, mover los brazos, etc.
la esclerosis múltiple ataca al sistema nervioso central haciendo que los mensajes entre el cerebro y nuestro cuerpo no sean recibidos o lleguen con lentitud, produciendo síntomas como: Problemas de visión, debilidad muscular, dificultades de coordinación y equilibrio, sensación de entumecimiento, picazón o pinchazos, así como problemas de memoria y  pensamiento.
Esclerosis múltiple guía de ejercicios Esclerosis múltiple guía de ejercicios
Por lo general, los síntomas de la esclerosis múltiple se presentan durante los ataques y luego disminuyen, aunque los músculos pueden quedar tensos. Es por esta razón que las personas que tienen esclerosis múltiple, deben hacer ejercicios ya que además de dar una sensación de bienestar ayudan aprevenir otros problemas asociados con la esclerosis múltiple.
La falta de ejercicio puede tener otras consecuencias en la salud, como el estreñimiento o incluso puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
Si tienes algún familiar o conoces alguna persona con esclerosis múltiple, a continuación te dejamos algunas recomendaciones para hacer ejercicios a diario.
Ejercicios para la cabeza: aquí puedes hacer tres movimientos diferentes. El primero consiste en mirar primero hacia arriba inclinando la cabeza hacia atrás y luego hacia abajo, inclinando la cabeza hacia adelante. El segundo consiste en mirar hacia los lados, primero a un lado y luego al otro lado, moviendo la cabeza sobre los hombros. El tercero y último, consiste en llevar la oreja hacia el hombro, primero hacia un hombro y luego al otro.
En todos estos casos, repite cada movimiento dos o tres veces. Ten cuidado de realizar los movimientos muy lentamente y si sientes vértigo (como que la habitación se mueve a tu alrededor o que estás por desmayarte) o si esto te produce mareos o náuseas, detén el ejercicio y cuéntale a tu médico en tu próxima visita.
Otra sensación que puedes tener es hormigueo o electricidad en la espina dorsal (el área de la columna) o en las extremidades. Si esto te ocurre, también para el ejercicio y consúltalo con tu médico.
Ejercicios para los hombros: estos se hacen acostado boca arriba sobre una superficie plana y son muy sencillos de recordar. Siempre hay que repetir los movimientos dos o tres veces, primero con un brazo y luego con el otro, y hay que hacerlos lentamente sin que causen dolor.
El primero consiste en levantar la mano como cuando estabas en el colegio, para pedirle algo a la maestra, formando medio círculo (180º). El segundo también consiste en formar un semicírculo de 180º pero esta vez hacia los lados (no hacia arriba), para ello deja el codo y la mano con la palma hacia arriba sobre el suelo, en todo el ejercicio.
El tercer ejercicio se realiza estirando el brazo hacia el lado, luego doblando el codo a 90º con la palma hacia abajo. Una vez en esa posición, levanta el antebrazo en forma de arco hasta que la mano toque la cama del otro lado (esta vez con la palma hacia arriba).
Ejercicios para el tronco y para la cadera: estos ejercicios se hacen sentado sobre una silla o en la orilla de la cama, con los pies apoyados sobre el suelo. También deben repetirse dos o tres veces, primero con una pierna y luego con la otra. Uno de ellos consiste en levantar la rodilla hacia el pecho y volver a bajarla hasta apoyar el pie nuevamente en el suelo. El otro consiste en levantar el pie estirando la pierna y volver a bajarlo flexionando nuevamente la rodilla, hasta apoyar el pie en el suelo.
Para el tronco y la cadera, también puedes hacer ejercicios acostado boca abajo. Uno de ellos, por ejemplo, consiste en doblar la rodilla con el pie hacia el muslo y luego estirarla nuevamente.
Luego date vuelta para hacer un nuevo ejercicio, recostado boca arriba con las piernas estiradas, sin flexionarlas ni levantar los talones del suelo, ábrelas y ciérralas lentamente.
Ejercicios para las manos: primero, abre y cierra los dedos formando un puño, como si quisieras agarrar y soltar un picaporte. Luego, con la mano extendida, mueve el dedo gordo hacia el centro de la palma y nuevamente hacia afuera. Sin modificar la posición de la mano, abre los dedos para que se separen entre sí y luego vuelve a juntarlos.
Ejercicios para las muñecas: uno de los ejercicios consiste en doblar la muñeca primero llevando la mano hacia arriba y luego hacia abajo, pero en tres movimientos lentos y definidos para cada posición (arriba, horizontal, abajo). Otro ejercicio consiste en mover la mano hacia la derecha y la izquierda, con el brazo inmóvil y la palma plana, como si estuvieras saludando.
Una alternativa divertida para mejorar la coordinación de los dedos puede ser tratar de participar en juegos de mesa, construir modelos o hacer artesanías.
Ejercicios para los pies y los tobillos: dobla el pie hacia arriba y hacia abajo muy lentamente. Luego, mueve los pies hacia adentro y afuera, como si estuvieras saludando con ellos, primero separando los dedos y acercando los talones y luego al revés.
Para que no se te cansen tanto los tobillos, ahora puedes doblar los dedos hacia adentro y luego hacia atrás, lo más que puedas. Luego abre y cierra los dedos de los pies. Por último, un ejercicio entretenido puede ser tomar un trapo del piso con los dedos de los pies y soltarlo.
Estos son algunos ejercicios sencillos pero poderosos para combatir los síntomas de la esclerosis múltiple, que puedes hacer en cualquier momento del día, en la comodidad de tu casa. Recuerda que no debes sobre exigirte y consulta con tu médico, probablemente sea tu neurólogo, si tienes molestias o si tienes dudas sobre algún movimiento en particular.
Si tienes esclerosis múltiple o conoces a alguien con esta enfermedad, aquí te contamos más cómo hacer algunos ejercicios que pueden ayudar a prevenir otras complicaciones asociadas con este enfermedad.  Se trata de movimientos simples y suaves que se pueden realizar en cualquier momento del día.
NOTA: LA PAGINA ES:    www.discapacidadonline.com

lunes, 25 de agosto de 2014

Efecto rebote: el riesgo de las dietas rápidas

El efecto rebote es considerado como una de las peores consecuencias de las dietas rápidas, y es que este nombre se le ha atribuido al hecho de bajar de peso con dietas extremas y en un corto periodo de tiempo, logrando que bajemos kilos de un momento al otro, pero una vez que logramos nuestro "peso ideal" y regresamos a la rutina diaria, los kilos van aumentando con el paso del tiempo, devolviéndonos los kilos perdido e incluso aumentando un par más.
Podríamos decir que bajar y subir de peso abruptamente no es el mayor de los problemas, el verdadero daño está dentro de nuestro organismo, producto de todos los métodos milagrosos que vamos probando a lo largo de nuestra vida.
Aquí te mostramos algunos de los daños que se pueden presentar, parte de la información sobre estos daños se ha obtenido como fuente de Mundo Asistencial:
- Deterioro físico.- El continuo cambio de peso puede ocasionar flacidez, pérdida significativa de masa muscular, deterioro en  la piel, cansancio y una cantidad de factores más importantes a considerar, que en lugar de recibir mayores beneficios es seguro que terminaremos pidiendo ayuda a un médico.
- Enfermedades.- El cambio drástico de una dieta a otra puede disparar nuestros niveles de glucosa en  la sangre provocándonos diabetes, nuestro corazón se ve afectado con taquicardias y nuestro sistema nervioso puede acarrearnos distintos tipos de crisis debido a la mínima alimentación.
- Metabolismo lento.- A consecuencia del largo periodo de tiempo que se estuviera manteniendo con la mínima cantidad de comida, el cuerpo reacciona de tal manera que siente la escasez de alimento y necesita guardar unas reservas como método de supervivencia, una vez que la persona retoma su estilo de vida normal, el cuerpo todavía se encuentra en alerta, por lo que no procesará de igual manera que en un inicio, creyendo que debe ir despacio guardando reservar y que al final recuperemos todos esos kilos que tanto costó bajar.
- Problemas con nuestros órganos.- En los casos más extremos el efecto rebote puede traernos problemas mortales (dependiendo del tiempo que haya durado la dieta). Debido a la mala alimentación nuestro corazón recibe cada vez menos cantidad de sangre para bombear, lo que origina que el órgano deba esforzarse el doble para cumplir su función. La pérdida extrema de grasa puede dejar expuestos otros órganos como los riñones, y por último nuestro cerebro puede sufrir problemas como desorientación, mareos, memoria frágil, etc.
En muchos de estos casos es necesario pasar por un especialista que pueda ayudar a compensar todos los nutrientes, pasando años para recuperarnos en su totalidad.
Las dietas pueden ser muy efectivas si cumplen con tus expectativas nutricionales y tu plan es convertirla en un estilo de vida, pero si estás considerando bajar peso rápido, ya sea por verte bien en una reunión o para que el bikini te quede hermoso, es mejor reflexionar sobre si vale la pena o no arriesgarse con todas las consecuencias que puede traer a largo plazo. Siempre será más saludable tomar pequeños pasos hacia un estilo de vida más sano, que optar por la vía rápida y sufrir después de tanto esfuerzo.

lunes, 11 de agosto de 2014

Vértigo posicional paroxistico benigno

El Vértigo Posicional Paroxistico Benigno (VPPB), es un vértigo rotatorio de duración breve, que se acompañan por nistagmus y que es provocado por una posición particular de la cabeza respecto al espacio.
En la mayoría de los casos la causa es idiopática, se piensa que puede venir quizás de alguna vestibulopatía anterior o de traumatismos en el cráneo. Es la causa más frecuente de vértigo periférico, su incidencia es de 39 % de los casos en una consulta de otorrinolaringología. Su epidemiología es de 2 mujeres por un hombre.

El paciente siente vértigos verdaderos, rotatorios (25 segundos aprox.) donde ve la habitación girar, todo esto debido a ciertos movimientos de extensión, flexión y rotación de la cabeza. Los vértigos pueden repetirse varias veces al día. La curación espontánea puede venir en algunos días o incluso meses, la media suele ser unas 3 semanas.

La Fisiopatología es una afectación mecánica del oído interno, más concretamente una degeneración de la mácula utricular, donde se produce un migración de los otolitos (cristales de carbonato cálcico) derivados del utrículo llegándose a depositar en la cúpula de la ampolla del Canal Semicircular Posterior ++ (Teoría de la Cupulolitiasis) el depósito de litiasis en la cúpula hace que se vuelva patológicamente sensible a la gravedad, y es por eso que al realizar diversos movimientos de cabeza se desencadenan los vértigos, otra explicación posible es que los otolitos puede se queden libremente flotando en el liquido endolinfático por los canales semicirculares, sobre todo el canal semicircular posterior (Teoría de la Canalolitiasis); éstos cristales formados por carbonato cálcico se moverán con los cambios de movimiento de la cabeza. La inercia del movimiento de los otolitos respecto a la endolinfa, hace que sea la responsable de la inadecuada estimulación de la cúpula del conducto semicircular cuando el desplazamiento del individuo ocurre en el plano específico de dicho conducto.
El examen clínico se basará principalmente en una otoscopia general, una exploración de la motilidad ocular y del nistagmo espontáneo evocado por la mirada. Observaremos la motilidad ocular en la posición de Rose, que se basa en sentar al paciente con las piernas extendidas sobre la camilla y la cabeza totalmente recta, realizamos rápidamente una empuje hacia atrás para colocarle en decúbito supino, con la cabeza recta y una extensión de 30º, en esta posición el fisioterapeuta observa la presencia de un nistagmus, una vez que el nistagmus se desacelera recolocamos al paciente en posición de sentado y a observamos si el movimiento ocular cambia. Después pasamos la Maniobra de Dix-Hallpike, que presenta ciertas modificaciones a la anterior, sentamos al paciente con las rodillas extendidas a lo largo de la camilla, letumbamos y enseguida
le añadimos una rotación cervical de 45º, movemos rápidamente al paciente hacia atrás y le colocamos en 20 grados de extensión cervical y 30º de inclinación hacia el mismo lado de la rotación, volvemos a anotar los criterios del nistagmus (sentido, latencia, duración…), le colocamos luego sentado y volvemos a probar hacia el lado contrario.

El resultado de dichas exploraciones vendrá determinado por las características del nistagmus. Si el nistagmus es geotrópico (la fase rápida del ojo va hacia el suelo), estamos en presencia de VPPB de canal posterior, Sin embargo si el Nistagmus es Ageotrópico (Fase rápida del ojo va hacia arriba) estamos en la presencia de un VPPB del canal externo. En general, la dirección de la fase rápida del nistagmus indica el lado lesionado. La utilización de de cámaras de videonistagmografia (cámara de video en miniatura infrarroja instaladas en unas gafas, o también las gafas de Frenzel nos simplifica la observación del nistagmus pudiendo ayudar al diagnostico diferencial.
El poder realizar un diagnóstico diferencial de VPPB nos ayudará en el éxito del tratamiento, es cierto que existen nistagmus de posición, con o sin vértigos, de origen periférico o central con lo que es importante hacer un buen diagnóstico, entre otros encontramos patologías que presentan una sintomatología similar al VPPB.
La Fistula Laberintica es otro patología con daño laberintico en el que se produce un nistagmus de posición un tanto desordenada, se puede producir hipoacusia fluctuante con acúfeno en los esfuerzos físicos o en la maniobra de Valsalva. Una fuga de líquido laberíntico por una fístula congénita o secundaria a un traumatismo, un acto quirúrgico o un colesteatoma puede dar sensaciones vertiginosas, frente a las cuales el movimiento de la cabeza puede hacernos pensar en un VPPB, Un vértigo posicional invalidante consecuente de un conflicto vasculo-nervioso en el angulo pontocerebeloso puede reproducir sintomatología parecida a VPPB. Un Daño central como un accidente vascular del cerebelo o un tumor puede dar un cuadro clínico de vértigo de posición donde los signos cerebelosos pueden ser discretos, la presencia de un nistagmus de posición sin vértigo, la ausencia de habitación vestibular o de mantenimiento de la intensidad del nistagmus en la fijación visual son criterios que evocan un daño Central.
La insuficiencia Vertebrobasilar aparecen vértigos por la rotación de la cabeza, en este caso por isquemia transitoria o por bajada del debito sanguíneo de la arteria vertebral. La sensación vertiginosa esta acompañado de problemas visuales y de cefaleas.
Una vez que tenemos el diagnostico claro de VPPB, podremos empezar a realizar el tratamiento. Existen dos maniobras fundamentales en las cuales tendremos que aplicarlas con destreza para poder llegar a su éxito, son la maniobra de Semont y la maniobra de Epley. Se basa en el reposicionamiento de los otolitos a su origen de la mácula utricular, mediante determinados movimientos de cabeza y cuerpo.
Maniobra de Semont aplicando como ejemplo un VPPB de Canal semicircular Derecho.
Sentamos al paciente en el medio de la camilla, con las piernas colgando, comenzamos la maniobra tumbándolo sobre el lado izquierdo, con la cabeza ligeramente en declive y con rotación de cuello de 45º hacia el cielo (verificamos que no hay nistagmus y procedemos a realizar un giro de otros 45º pero hacia el suelo esta vez. Lo que queremos en esta maniobra es reagrupar todos los otolitos migrados hacia la ampolla.
Esperamos que el nistagmus desaparezca y le recolocamos a la posición sentado. Volvemos a acostar al paciente hacia el lado Derecho esta vez con la cabeza 45º hacia el techo (rotación izquierda).
El fisioterapeuta intenta abrir al máximo los parpados para poder ver el nistagmus que en este caso será un nistagmus geotrópico, poco a poco ira cediendo así que recolocamos la cabeza en posición indiferente, es entonces cuando debemos realizar una maniobra rápida, sin brutalidad y precisa para colocar al paciente en decubito lateral opuesto (decubuto izquierdo), una vez que hemos llegado colocamos al paciente con 45º hacia el suelo con 30º de inclinación hacia abajo, en caso de éxito de la maniobra de Semont, el fisioterapeuta encontrara un nistagmus horizonte rotatorio de tipo Ageotrópico (testigo de que existe una salida de otolitos del canal), dejamos al paciente 5-10 minutos en esta posición colocando sus piernas encima de la camilla, depués colocamos al paciente en posición sentado.
Maniobra de Epley,
también llamada maniobra de reposicionamiento de partículas. Es más utilizada en Estados Unidos. Epley propone también de colocar un diapasón grave de (125 Hz) sobre la mastoides, esperando de esta manera despegar los otolitos de la
pared del canal semicircular. La maniobra consta de 4 posiciones, cada una de duración de 30 segundos. Partimos con el paciente sentado y las piernas estiradas a lo largo de la camilla, realizamos una rotación derecha de unos 45º, esperamos 30 segundos, luego rotación izquierda de 45º, realizamos el decubito lateral izquierdo para colocar la cabeza recta, y procedemos a realizar otra rotación de cuello izquierda colocando la cabeza del paciente mirando al suelo. Es aquí cuando esperamos otros 30 segundos y recolocamos al paciente sentado en el borde de la camilla. En cada aparición de nistagmus, realizamos una parada de unos 30 segundos hasta que desaparezca.
MANIOBRA DE EPLEY CSP DERECHO.
Estas maniobras son efectivas en un 80% de los pacientes con VPPB, en caso de no mejoría podríamos dar al paciente ejercicios para que haga en casa, como los ejercicios de Brand- Daroff, éstos ejercicios son realizados en 3 series por día durante dos semanas, en cada serie se repite la maniobra 5-10 veces.
Suelen dar buenos resultados si se practica a menudo. Las maniobras consisten en realizar diversas básculas con el fin de disminuir progresivamente la sensación vertiginosa por el principio de la habituación y compensación vestibular. Se debe comenzar siempre por el lado perturbado. El paciente esta sentado en el centro de su cama, con las piernas colgando y el tronco recto, el paciente se tumba hacia un lado y con la cabeza mirando hacia el techo, se conserva esta posición hasta que el vértigo desaparezca y luego sin brusquedad se realiza una báscula de 180º hacia el otro lado, se mantiene la cabeza mirando también hacia el techo, con la mirada fija, guardando la posición 10 segundos. Se desaconseja realizar esta técnica al principio de un tratamiento de VPPB, sólo se realizara en casos rebeldes o en que nuestra intención sea la de adquirir la habituación vestibular.


La reeducación del VPPB es una parte importante que el fisioterapeuta puede realizar dentro del campo de la reeducación vestibular. La importancia de realizar un buen diagnóstico diferencial y la precisión de ejecución de cada técnica de liberación otolítica es fundamental en el éxito del tratamiento
Philippe Muñoz Delêtre
Fisioterapeuta Diplomado en Reeducación Vestibular por la Université Paris 7 D.Diderot
Nº Col. 1264.

viernes, 8 de agosto de 2014

¿Por qué me mareo? ¿Por qué tengo vértigos?

  • Todos hemos sentido alguna vez que el entorno gira y estamos a punto de caer. Pero esa sensación de vértigo o mareo no responde siempre a la misma causa. Descubre qué tipos hay y cómo se tratan.
¿Por qué me mareo?La cabeza en las nubes, los pies inestables, la sensación de que caemos, todo ello acompañado (o no) de náuseas o pitido en los oídos... ¿Qué decimos en estos casos? Normalmente “estoy mareada”. Pero nos equivocamos, porque “mareos”, para nuestro médico, no hay más que uno. 

Su nombre técnico es cinetosis y es muy fácil de reconocer porque nos recuerda a esos viajes en coche kilométricos de las vacaciones infantiles:
 lo que sentíamos en ese coche, era un mareo de manual de Medicina y solía ir aderezado con palidez, náuseas, sudoración y malestar. Después nos encontraríamos ante el vértigo, que es la sensación de que todo se mueve o de que nosotros nos movemos cuando en realidad todo sigue en su sitio. Y por último, está la inestabilidad, que es el trastorno en la marcha, la sensación de que nos vamos a caer o que caminamos de forma insegura. 

Todos estos síntomas son muy frecuentes 
(una de cada tres personas mayores de 60 años tendrá un problema de equilibrio), pero se trata de síntomas, no de una enfermedad. Por eso hay que investigar las verdaderas causas que los provocan: “A lo que el paciente considera importante hay que darle importancia. Porque si la sensación de mareo la tiene una persona que está sentada en una oficina habitualmente, a lo mejor no es muy grave, pero si se trabaja en un andamio es muy importante. A cualquier sensación de inestabilidad en el equilibrio que al paciente le llame la atención hay que prestarle atención”, explica con el dr. Nicolás Pérez, director del departamento de Otorrinolaringología de la Clínica de Navarra, que nos ayuda a repasar las posibles causas que nos llevan a decir: “Estoy mareada”. 

¿SERÁ LA TENSIÓN? 


Es la causa más habitual de mareo e identificarás fácilmente sus síntomas: te levantas de la silla o de la cama bruscamente y notas cómo se te va la cabeza. Segundos más tarde, el problema suele estar resuelto. 

¿Qué está pasando?
 

Estás sufriendo lo que en Medicina se denomina una hipotensión ortostática: una breve bajada de la presión arterial que provoca, momentaneamente, que algunas partes del cerebro (las arterias vertebrales y basilares) reciban menos riego sanguíneo y, a cambio, este nos regala una sensación bastante desagradable. “Es una causa evidente de mareo. Se confunde con una forma de vértigo muy frecuente y exige exploración”, explica el especialista. Los candidatos ideales a sufrir esta hipotensión son las personas mayores, aquellos que toman fármacos contra la hipertensión o para combatir una patología coronaria, o los que tienen de forma natural una presión arterial baja. 


¿Qué puedes hacer? 


Justo en ese momento, acostarte y esperar a que el oxígeno llegue a tu cerebro. Y apunta para la próxima vez que de la cama no se sale de un salto, sino poco a poco. Otros consejos que te pueden ayudar a que esta desagradable sensación desaparezca de tu vida son usar medias de compresión, no cruzar las piernas cuando estás sentada y poner los pies en el suelo, con las plantas bien apoyadas, varios segundos antes de levantarte. Pero si te sucede muy a menudo, consúltalo con tu médico. 

¿PUEDE SER HIPOGLUCEMIA? 


Si fuera así, sentirías mareo, la cabeza en las nubes... y un incómodo calambre en el estómago. Cuidado, porque puedes llegar a desmayarte. 

¿Qué está pasando? 


Para funcionar, el cerebro necesita azúcar, su combustible. Si te saltas una comida, el nivel de azúcar en sangre desciende bruscamente y el cerebro ya no puede funcionar a toda velocidad. Si además de saltarte comidas has decidido matarte en el gimnasio y olvidarte de los carbohidratos para conseguir el tipo de tus sueños de cara al verano... has cometido un grave error. 

¿Qué puedes hacer? 

Una vez que comienzan los síntomas, detén toda actividad física o consumirás las pocas reservas de carbohidratos que te quedan y agravarás el problema. Lo ideal es que te tumbes con las piernas en alto, te abrigues y tomes alguna bebida o comida de rápida absorción (barritas energéticas, fruta, chocolate o bebidas isotónicas) que restaure rápidamente los niveles de azúcar. Y en el futuro evita estos sustos tomando un buen desayuno que contenga hidratos de carbono complejos (muesli, cereales, pan...), cuyos azúcares se incorporan al torrente sanguíneo poco a poco, y complementa tu dieta con una merienda y un tentempié a media mañana para evitar los ayunos largos. 

¿NO SERÁ PSICOLÓGICO? 


Las situaciones emocionalmente complicadas nos pueden llevar a sufrir un ataque de pánico con un mareo incluido. Este proceso suele ir acompañado de otras sensaciones angustiosas:de cabeza vacía, de inseguridad, respiración entrecortada, sudoración, palpitaciones e incluso de temblor o flojera en las extremidades. 

¿Qué está pasando? 


Es difícil de precisar. Sin embargo, los neurólogos han descubierto que algunos de los centros de equilibrio del cerebro (la ínsula y el córtex cingulado) son también las áreas responsables de los ataques de pánico. Queda por determinar la razón que nos lleva a sufrir esa situación. “En estos casos no debemos hablar de vértigo, sino de inestabilidad de causa psicógena. Aunque en realidad, cuando afirmamos eso, no estamos diciendo nada, porque lo que hay que nombrar es la causa por la que se marea el paciente que, por lo general, es una crisis de ansiedad”, afirma el dr. Pérez Fernández. 

¿Qué puedes hacer? 


Ensaya una respiración abdominal, inhalando profundamente y con calma. A largo plazo, un consumo regular de magnesio puede ayudar a reducir la excitabilidad del sistema nervioso.Pero, si sufres ataques de pánico, ansiedad o depresión, acude al especialista. 

¿Y MI MEDICACIÓN? 


Sensación de intoxicación, visión borrosa, mareo... Si te acaban de prescribir antidepresivos o ansiolíticos, es mejor que sepas que el mareo es uno de los efectos secundarios más comunes que pueden producir. 

¿Qué está pasando? 


La familia de las benzodiazepinas ejerce una acción en el vestíbulo del oído interno que es suficiente para causar vértigos. Otros medicamentos más comunes, como los antibióticos, los diuréticos o la misma aspirina si te excedes en la dosis, también pueden provocar este efecto. “Además, todo aquello con lo que tratas la tensión arterial, o los fármacos mal tomados o mal indicados pueden desencadenar una crisis. Sin contar con las interacciones entre fármacos, que hay miles y también pueden ser las responsables de esa sensación. Por eso, lo primero que hay que indagar cuando el paciente llega a la consulta es la lista de medicamentos que está tomando”, concluye el especialista. 

¿Qué puedes hacer? 


Consulta con tu médico por si existiera algún otro fármaco disponible que no te provoque este incómodo síntoma que afecta al equilibrio. 

Buscando en el oído interno
La mayoría de los vértigos tienen su origen en esta zona del oído, donde hay tres conductos importantísimos para el equilibrio, que conforman tres ejes en el espacio, detectan los movimientos y mandan esa información al cerebro para que produzca un reflejo capaz de estabilizar la mirada y las extremidades, impidiendo que nos caigamos y consiguiendo que mantengamos buena agudeza visual. A veces, algo falla y aparece el vértigo, que puede tener múltiples causas.

Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB). 


Es la causa más común, el vértigo aparece de repente y dura menos de un minuto. Se suele asociar a un movimiento anormal de los ojos (nistagmo). “Aparece al acostarse o levantarse, girar la cabeza, extender el cuello o agacharse. Obedece a un problema del oído interno, provocado porque en uno de los conductos se ha acumulado material calcáreo del propio oído. Debemos averiguar cuál es el oído, el conducto y sacar de ahí el material con maniobras de reposición”, dice el dr. Pérez. 

Enfermedad de Ménière. 


Muy infrecuente, pero tremendamente molesta porque las crisis aparecen sin previo aviso, pueden durar horas y en ellas se pierde audición y se sufre un pitido en el oído. Cuando acaba el vértigo, la audición mejora y el ruido desaparece. “Con fármacos específicos logramos una calidad de vida satisfactoria en un 40-50% de los pacientes. Si no funcionan,se hace un tratamiento intratimpánico con cortisona o gentamicina (un antibiótico). Y si falla, se puede operar. Pero, entre la medicación y el tratamiento intratimpánico, controlamos el 90% de los casos”, afirma. 

Neuritis vestibular. 


Se sufre una crisis de vértigo brutal que dura varios días y suele ir acompañada de vómitos. “Hay que ver al especialista, para descartar que no esté pasando nada serio en el tronco y el encéfalo del paciente. Para tratarla hay que ingresarlo y darle un tratamiento con corticoides”, concluye el experto. 

Síndrome de Ramsay Hunt. 


Se produce cuando el herpes zóster infecta el nervio auditivo provocando vértigo, dolor agudo, parálisis facial, pérdida de audición y vesículas en la oreja. 
Es un síndrome complejo, poco frecuente y se trata con aciclovir.

lunes, 4 de agosto de 2014

¿CUÁNTAS CALORÍAS NECESITO?


En la entrada anterior descubrimos como saber, en base a un criterio mínimamente fiable, cual es nuestro peso ideal. Ahora le toca el turno a otro de los grandes enigmas de la humanidad, ¿cuántas calorías necesito?

Aunque la primera pregunta debería ser:

¿Qué es una caloría? una caloría es una unidad de medición de energía, en este caso mide el poder energético de los alimentos y su definición no es demasiado esclarecedora: una caloría es la energía necesaria para elevar un grado centígrado la temperatura de un gramo de agua.

Para conocer la cantidad de calorías (energía) que necesita una persona, lo primero que hay que conocer es cuál es su Tasa Metabólica Basal  (TMB) o Gasto Energético en Reposo (GER), es decir, la energía que necesita esa persona para mantenerse viva sin hacer nada más
Tumbados sin hacer nada, nuestro cuerpo tiene un gasto energético: el corazón sigue latiendo, seguimos respirando, los riñones fabrican orina, el cerebro gasta glucosa, segregamos hormonas, la renovación celular no se para nunca... La TMB nos indica la energía que necesitamos para mantener todo eso funcionando, y aunque os parezca raro, es un porcentaje bastante alto de las necesidades finales, puede constituir casi el 100% del gasto si se trata de una persona que guarda cama, o rondar el 50% si hablamos de un deportista profesional,

¿Cómo se calcula la TMB? usando una fórmula, en este caso se conoce como Fórmula de Harris-Benedict, en honor a su autor:


TMB mujeres = 655 + (9,6 x P) + (1,8 x A) - (4,7 x E)
TMB hombres = 66 + (13,7 x P) + (5 x A) - (6,8 x E)

        P: peso en kg      A: talla en cm      E: edad en años

Existen otras fórmulas y tablas de cálculo, pero ciertamente la de Harris-Benedict es la más usada.
Una vez la TMB está calculada, necesitamos saber cuanto gasta además esa persona para realizar su actividad física diaria, es el Gasto Energético por Actividad Física (GEAF).

¿Cómo se calcula el GEAF? existen unas tablas que asignan valores concretos según el tipo de actividad. Podemos usarlas asignando un valor global medio al total de la actividad física, o concretar mucho más la cantidad de actividad que realiza el individuo en cada momento del día.
El GEAF incluye además la "termogénesis"  o el gasto energético en conservar la temperatura corporal y el"gasto por consumo de alimentos", o la energía que necesita nuestro organismo para llevar a cabo el proceso de digestión y absorción de nutrientes. Por eso, en una persona encamada, usamos el factor 1'2, cuando lo lógico parecería ser usar el factor 1.

Además existe también el denominado "Factor de estrés" que se aplica a personas enfermas con un catabolismo acelerado por algún motivo (fiebre, grandes quemados, fracturas o heridas graves, post cirugías, arritmias, cáncer...etc), estás personas tienen sus necesidades energético-nutricionales aumentadas y deben recibir una alimentación adecuada a esas necesidades. 
Pero nosotros por el momento vamos a dedicarnos solo a personas sanas sin necesidades especiales.


Los parámetros de factor de actividad son estos:
  
NIVEL DE ACTIVIDAD
FACTOR

HOMBRES
MUJERES
Reposo (cama)
1’2
1’2
Muy leve
1’3
1’3
Leve
1’6
1’5
Moderado
1’7
1’6
Intenso
2’1
2’9
Muy intenso
2’4
2’2


Muy Leve: deambulación, pasa la mayor parte del día sentado, realizando actividades de oficina o intelectuales (administrativo, abogado, telefonista, empleado de banca, estudiantes...), no practica deporte ni camina grandes distancias. Se tiene en cuenta una mínima actividad para asearse, desplazarse y realizar alguna tarea ligera del hogar como barrer la cocina o poner una lavadora.

Leve: trabajos ligeros que se realizan de pie y en movimiento (atender un comercio, cocineros, electricistas), por lo demás, misma consideración que el anterior.

Moderado: trabajos pesados (forestales, obreros de construcción, mozos de almacén, monitores deportivos), así como la mayoría de deportes que se realizan por ocio o mantenerse en forma.

Intenso: algunos deportes de más intensidad o de práctica prolongada (maratones, ciclismo de largo recorrido), profesiones que exijan un esfuerzo físico continuo aunque sea moderado

Muy intenso: profesiones muy pesadas, que conlleven un alto esfuerzo continuo (leñador con hacha o algo así) y entrenamientos/práctica deportiva de élite

Los valores intermedios, quedan a criterio del dietista, según la descripción que haga el paciente de su actividad concreta.

Vamos a verlo mucho mejor con un ejemplo:

Un hombre, de 40 años, 172cm de estatura y 82kg, 

TMB = 66 + (13,7 x 82) + (5 x 172) - (6,8 x 40) = 1777'4 calorías / 24h (así que nos da 74'05calorias x hora)

Este hombre divide su tiempo de la siguiente manera:

ACTIVIDAD
TIEMPO (horas)
FACTOR
CALORÍAS
Dormir
8
1’2
(8x74'05)x1'2=710'88 cal.
Trabajo de oficina
8
1’3
(8x74'05)x1'3=770'12 cal.
Sentado (comidas, tv, lee, autobús...)
5
1’3
 (5x74'05)x1'3=481'325 cal.
Juega al tenis 2h tres veces por semana
(lo que da una media de 0'85h al día)
0’85
1’7
(0'85x74'05)x1'7=107 cal.
Tareas ligeras (aseo, desplazamientos)
2’15
1’5
   (2'15x74'05)x1'5=238'82 cal.
TOTAL
24 horas
TOTAL
2308'145 calorías


Concluimos que el hombre del ejemplo gasta unas 2300 calorías diarias, así que esa es la cantidad que debería ingerir si desea mantener su peso siguiendo su ritmo de vida actual

En el caso de que esta persona deseara perder peso, lo correcto sería pautarle una dieta de 1800 calorías (de manera general se aplica una reducción de 500 calorías diarias, aunque esto puede variar a criterio del dietista).

Si no queremos complicarnos tanto la vida, podemos asignarle al hombre un factor de actividad general, valorando su actividad diaria global "a ojo", por ejemplo a este señor lo podríamos aplicar un factor 1'3, de manera que el resultado sería este:

 TMB+GEAF=1777'4x1'3= 2310'62 cal.

Como vemos, el resultado es parecido, pero implica tener muy buen ojo. El método anterior es más largo y engorroso, pero más seguro.
Es recomendable tirar siempre a la baja, puesto que es muy común que las personas tengan una visión algo distorsionada sobre la intensidad de su actividad, sobretodo aquellas con un sedentarismo más acusado.

Hay que tener presente que estos cálculos nos van a ofrecer un resultado aproximado, ya que calcular el gasto energético exacto de un individuo es casi imposible (solo puede hacerse en condiciones concretas de laboratorio), además nuestro gasto energético variará de un día a otro. De manera que lo obtenemos es una aproximación cuya finalidad es servir de guía a la hora de hacer una pauta dietética personalizada.