domingo, 12 de octubre de 2014

Senderismo en ALICANTE



La geografía ilicitana está condicionada por el agua y su uso. Tanto el pantano y sus alrededores como las acequias que serpentean junto a los huertos de palmeras, los parques naturales de El Hondo y de Las Salinas, o incluso los pinares junto a las playas de La Marina y El Carabassí, son zonas que se pueden visitar a pie, en entornos de gran biodiversidad y riqueza patrimonial.
Otros senderos recorren la ruta del agua a lo largo del río Vinalopó y el paraje natural del Clot de Galvany.
En el centro de la ciudad, la Ruta del Palmeral es un paseo por los principales huertos urbanos que comienza y finaliza en el huerto San Plácido, donde se ubica el Museo del Palmeral.



En grupo
La empresa ilicitana Tarsa prepara visitas guiadas, hechas a la medida del cliente, por los distintos espacios naturales, siendo su especialidad los grupos, empresas y colectivos en general.
Avanzatour también ofrece paquetes turísticos que combinan el senderismo por los espacios naturales (El Hondo, las Salinas, el Clot de Galvany, el campo de Elche y diversos palmerales) con atractivas actividades complementarias, entre las que figuran catas de vino, paseos en globo y spa.
La Unión Excursionista de Elche (Paseo de los Montañeros Ilicitanos, 5. Teléfono 966 66 39 81) está especializada en actividades al aire libre, espeleología, montañismo, rutas y paseos. Con ellos se pueden descubrir los rincones más característicos, de la mano de verdaderos expertos.
Elx a Peu es una iniciativa de la Concejalia de Deportes para fomentar la práctica del senderismo en Elche. Se organizan salidas por los alrededores de la ciudad. Más información en el pabellón Esperanza Lag o en el teléfono 96 665 81 22 

Practicar senderismo, una buena opción para realizar deporte en otoño

Con la marcha del buen tiempo muchas son las dudas que nos surgen a la hora de realizar ejercicio al aire libre, y es que la mayoría de nosotros reniega de seguir saliendo a la calle a practicar deporte y se encierra en el gimnasio para correr o andar, cuando todavía podemos disfrutar del otoño, y una de las mejores formas de hacerlo es practicando senderismo en plena naturaleza.
El otoño es una buena época para disfrutar de los paisajes naturales que nos brinda el bosque, por ello es importante que estemos en contacto directo con ella y más a la hora de realizar deporte, ya que esto nos motivará para seguir adelante y realizar una actividad que requiere un esfuerzo físico pero puede llegar a convertirse en un acto lúdico y entretenido. Por ello vamos a recomendar una actividad como el senderismo que combina a la perfección deporte con el contacto directo con un medio natural, todo un regalo para el cuerpo y los sentidos.
Siempre en VItónica procuramos recomendar las mejores actividades deportivas para cada momento del año, en este caso el senderismo es una de ellas, y es que el otoño es un buen momento para disfrutar del espectáculo de la naturaleza en un momento en el que todavía el tiempo nos acompaña ya que no hace demasiado frío y podemos salir al campo a practicar deporte. El senderismo es una buena forma de estar en contacto con la naturaleza y fortalecer nuestro cuerpo con una actividad que combina ejercicio aeróbico con tonificación muscular.
Practicar senderismo es una buena manera de trabajar el tren inferior sobre todo, ya que los músculos de las piernas se ven involucrados en la mayoría de movimientos. No debemos olvidar que al caminar en el campo debemos hacer frente a numerosos accidentes geográficos que complican el desarrollo de la actividad y para los que tenemos que poner a trabajar a los músculos. Pero no solamente el tren inferior se verá afectado, sino que los abdominales soportarán parte de la presión, al igual que los brazos y demás músculos de la zona superior del cuerpo.
La práctica del senderismo es una buena forma de realizar ejercicio aeróbico, ya que la continua movilidad desencadenará en nuestro organismo un proceso de quema de energía que activará nuestra circulación sanguínea y con ello el funcionamiento del aparato respiratorio y cardiaco. El escenario para esta actividad es el más indicado, ya que al encontrarnos en plena naturaleza las concentraciones de oxígeno son máximas, mejorando así el aporte que el organismo necesita, así como la salud de los pulmones.
Junto a esto no debemos olvidar la importancia que el senderismo tiene en lo referente a orientación, pues a pesar de que la mayoría de las rutas están marcadas y señalizadas con balizas debemos tener una mínima noción del lugar en el que estamos y sabes movernos a través del monte. Además, la práctica de senderismo es una buena forma de escape de la rutina que sufrimos en la ciudad y que nos impide seguir una vida tranquila. Al entrar en contacto directo con el medio natural conseguiremos relajarnos y desconectar de las obligaciones, y mucho más en otoño, época en la que la belleza de los bosques es máxima.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Cervicalgia (Dolor cervical):

El dolor cervical (cervicalgia) afecta a la zona de la nuca y las vértebras cervicales y se puede extender hacia los hombros y los brazos.
Los dolores que provienen de la zona de las vértebras cervicales se suelen agrupar bajo el término “síndrome cervical”.
Las molestias pueden provocar que el cuello esté rígido y que la cabeza solo se pueda mover con gran dolor, por ello es frecuente hablar de "cuello rígido".
El dolor cervical o cervicalgia puede desencadenar en muchas otras molestias y problemas como, por ejemplo, las siguientes:

La columna cervical es la parte más delicada de la espalda y se compone de siete vértebras cervicales. A diferencia de otras secciones de la columna vertebral, la columna cervical es extremadamente flexible. Esta movilidad puede producir una alta carga en la musculatura y un fuerte desgaste de las vértebras que pueden provocar dolores. Además, determinados nervios pueden irritarse y dañarse pudiendo aparecer molestias como hormigueo, quemazón o entumecimiento.
El dolor cervical (cervicalgia) puede aparecer de forma pasajera o ser constante y persistente. Si el dolor cervical persiste durante más de tres meses se habla de dolor crónico. Las molestias pueden aparecer a intervalos irregulares y en ocasiones se presentan dolores agudos durante unos minutos. Por lo general, las causas del dolor cervical son relativamente leves y los dolores disminuyen después de un periodo de entre tres y seis días.
El dolor cervical puede estar ocasionado por un exceso de trabajo corporal. El estrés también puede ser la causa de estos dolores. Esto puede provocar un “círculo vicioso”: cuantos más fuertes son los dolores cervicales, mayor es la carga personal y viceversa.
La incidencia de los dolores cervicales es alta. El 50% de la población presenta dolores cervicales (cervicalgia) alguna vez en su vida y las mujeres son más propensas a padecer estos dolores. Normalmente, el dolor cervical es atribuible al estrés agudo y repentino asociado con una mala postura, además de a la ansiedad y a la depresión. Un 10% se atribuye a “latigazo” por aceleración-desaceleración en relación con traumatismo automovilístico, deportes (buceo, caídas, etc.).
Las causas del dolor cervical son numerosas. Se puede presentar como episodios agudos, es decir, que surgen súbitamente, o crónicos, cuando los daños se producen lentamente. Normalmente, se originan con motivo detensiones o agarrotamiento de la musculatura del cuello, que pueden surgir por una mala posición al estar sentado o acostado. También lo provoca el estrés o un enfriamiento. A menudo, los dolores cervicales aparecen tras accidentes de coche o caídas, como síntoma de un traumatismo cervical o fractura vertebral. Raras veces, los dolores cervicales tienen una causa específica, como procesos de desgaste o lesiones vertebrales de la columna cervical, esto es el caso de la hernia discal.
Además, el dolor cervical puede estar atribuido a las siguientes causas:
En algunos casos, el dolor cervical (cervicalgia) se origina por malformaciones congénitas de la columna cervical en las que, por ejemplo, algunas vértebras están unidas. Esto ocurre en el caso de la tortícolis congénita.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Ejercicio: Cómo empezar?

Por qué debería hacer ejercicio?

Ejercicio. Cómo empezar?
Deporte para una persona saludable
Cuidemos nuestra salud
Consejos para mejorar tu estado físico
Alimentación del deportista
La importancia de realizar ejercicios de flexibilidad
La actividad física aumentada puede darle una vida más larga y una mejoría en su salud. El ejercicio ayuda a prevenir las enfermedades del corazón, y muchos otros problemas. Además el ejercicio aumenta la fuerza, le da más energía y puede ayudar a reducir la ansiedad y tensión. También es una buena manera de cambiar el rumbo de su apetito y quemar calorías.

Quién debería hacer ejercicio?

El aumento en actividad físico puede beneficiar a casi todos. La mayoría de las personas pueden empezar un programa de ejercicios moderado por sí solos. Si piensa que usted no puede hacer ejercicios de manera segura por alguna razón, hable con su médico antes de empezar un nuevo programa de ejercicio. Su doctor necesita saber que quiere empezar a hacer ejercicio especialmente si tiene problemas con su corazón, presión alta o artritis, o si se siente mareado a menudo o tiene dolor de pecho.

Qué clase de ejercicio debería hacer?

El ejercicio que aumenta los latidos de su corazón y mueve grupos de músculos grandes (tal como los músculos de sus piernas o brazos) son los mejores. Escoja una actividad que le guste, y que puede empezar lentamente y aumentar gradualmente hasta que se haya acostumbrado. El caminar es muy popular y no requiere ningún equipo en especial. Otros buenos ejercicios que puede hacer son la natación, ciclismo, correr y bailar. Subir a pie por las escaleras en vez de usar el elevador o caminar en vez de manejar son buenas maneras de aumentar el nivel de actividad en su vida.

Cuánto tiempo debería hacer ejercicio?

Empiece haciendo ejercicios 3 o más veces cada semana por unos 20 minutos o más, y siga haciendo ejercicios hasta un mínimo de 30 minutos, de 4 a 6 veces por semana. Esto puede incluir varias instancias activas de poco tiempo en un día. El ejercicio durante su descanso de almuerzo o al ir a hacer sus quehaceres diarios puede ser una manera de incluir al ejercicio en un horario ocupado. Hacer ejercicio con un amigo o miembro de familia puede ayudar hacer esto algo divertido, y darle un compañero para alentarse entre sí a seguir haciendo el ejercicio.

Hay algo que debería hacer antes y después de hacer ejercicio?

Usted debe empezar una sesión de ejercicios con ejercicios de calentamiento y estiramiento. Durante este tiempo (5 a 10 minutos), usted debe lentamente estirar los músculos y poco a poco aumentar la cantidad de actividad. Por ejemplo, empiece caminando lentamente y de allí suba la velocidad.
Cuando haya terminado sus ejercicios, enfríe el cuerpo por unos 5 a 10 minutos. De nuevo, estire los músculos y deje que su corazón baje la velocidad. Puede usar los mismos ejercicios de estiramiento que usó al calentar el cuerpo.
Al final de este panfleto les daremos un número de ejercicios de estiramiento para sus piernas. Si va ha hacer ejercicio para los brazos, hombros, pecho y espalda, asegúrese de estirar todos estos músculos.

Cuánto me debería esforzar cuando hago ejercicios?

Hasta pequeñas cantidades de ejercicio es bueno para su salud. Empiece con una actividad con la que se siente cómodo. Cuando se esté acostumbrando a hacer ejercicios, trate de mantener los latidos de su corazón 60% o 85% de "ritmo de corazón máximo." Para averiguar el ritmo de corazón ideal para usted en el ejercicio, reste su edad en años de 220 (lo que le da su ritmo de corazón máximo), y de allí multiplique este número por 0.60 o 0.85. Por ejemplo, si usted tiene 40 años, usted restaría 40 de 220, lo que le daría 180 (220 - 40 = 180). De allí tendría que multiplicar este número por 0.60 o 0.85. Esto le da un resultado de 108 o 153 (180 x 0.60 = 108 y 180 x 0.85 = 153).
Al empezar un programa de ejercicio, puede que quiera usar el número más bajo (0.60) para averiguar su ritmo de corazón máximo. Eventualmente, al aumentar su acondicionamiento al ejercicio, puede que quiera usar el número más alto (0.85) para averiguar su ritmo de corazón máximo. Mida su pulso presionando levemente con 2 dedos en un costado de su cuello y contando los latidos por 1 minuto. Use un reloj con mano segundera (de segundos) y cuente los latidos por 1 minuto.

Cómo puedo evitar lesionarme?

La manera más segura de evitar lesionarse durante el ejercicio es evitar tratar de hacer demasiado, muy temprano. Empiece con una actividad que es medio fácil, tal como caminar. Camine por unos minutos al día o varias veces al día. De allí gradualmente aumente el tiempo y nivel de actividad. Por ejemplo, aumentar la rapidez con que camina en el espacio de varias semanas. Si se siente cansado o adolorido, baje un poco el nivel de ejercicio que hizo o descance por un día. ¡Trate de no darse por vencido muy rápidamente, aunque no se sienta mucho mejor de inmediato! Hable con su médico si tiene alguna pregunta o piensa que se ha lesionado seriamente.

Y el entrenamiento de fortaleza?

La mayoría de ejercicios ayudarán a su corazón y a sus otros músculos. El entrenamiento de resistencia es el ejercicio que desarrolla la fortaleza y poder de los músculos grandes del cuerpo. El levantar pesas es un ejemplo de este tipo de ejercicio. Las máquinas de ejercicio también pueden proveerle con este tipo de entrenamiento. Su doctor le puede dar información sobre como hacer ejercicios de manera segura levantando pesas y trabajando con máquinas.

EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO PARA EL CALENTAMIENTO Y ENFRIAMIENTO

Estiramiento de la pantorrilla

Mire hacia una pared, parándose como a 2 pies de la pared. Mantenga sus talones en el piso y su espalda derecha, inclínese hacia adelante y presione sus manos y frente hacia la pared. Usted debe sentir el estiramiento en el área encima de sus talones (esta área coloreada en la figura). Mantenga esta posición por 20 segundos y de allí relaje. Repita el ejercicio.

Estiramiento del cuadriceps

Mire hacia una pared, parándose como a 1 pie de lejos. Apóyese poniendo su mano derecho contra la pared. Levante su pie derecho por detrás suyo y agárrelo con su mano izquierda. Suavemente, levante el pie hacia los glúteos, estirando los músculos enfrente de la pierna por 20 segundos. Repita el estiramiento con la pierna izquierda.

Estiramiento de la ingle

Agáchese hacia el piso y ponga ambas manos en el piso delante suyo. Estire su pierna izquierda hacia atrás. Mantenga su pie derecho completamente en el piso, e inclínese hacia adelante con el pecho hacia su rodilla delantera, y gradualmente cambie la cantidad de peso hacia su pierna trasera, manteniéndola lo más derecha posible. Mantenga este estiramiento por 20 segundos. Repita el ejercicio con su pierna izquierda hacia atrás.

Estiramiento de los músculos traseros (tendón de la corva)

Échese con la espalda derecha contra el piso y ambas rodillas dobladas. Sus pies deben estar planos contra el piso, con 6 pulgadas entre cada pie. Doble la rodilla derecha hacia su pecho y sostenga con las manos su muslo por atrás de la rodilla. Lentamente estire la pierna derecha, sintiendo un leve estiramiento en la parte trasera de su pierna. Mantenga la posición por 20 segundos. Repita el ejercicio con la pierna izquierda.
Fuente
Academia Americana de Médicos de Familia
www.familydoctor.org

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Aviso
La información que usted encontrará en este artículo no pretende substituir el necesario consejo médico o la necesidad de un tratamiento profesional médico para una dolencia o transtorno en su salud.
Siempre debe consultar a un médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Bases de entrenamiento para principiantes

Cuando una persona es principiante se recomienda asistir al gimnasio 3 veces por semana, por ejemplo Lunes, Miércoles y Viernes, durante los 2-3 primeros meses aproximadamente para no sobrecargar los músculos y que pueda descansar como es debido.
La rutina para un principiante consta de 1-2 ejercicios de cada músculo en la misma sesión. Esto se llama rutina de cuerpo entero o "full body". 
Es muy importante empezar la sesión con 5-10 minutos de calentamiento con ejercicio aeróbico, cinta, bici, elíptica, cuerda, etc. Si no se calienta primero, se corre el riesgo de lesionarse con más facilidad.
En la sección de rutinas para principiantes podrás encontrar rutinas sencillas y perfectas para empezar tu entrenamiento.


Existen cientos de mitos sobre los suplementos, pero lo cierto es que ninguno de ellos hace milagros. Sin una buena alimentación, los suplementos no pueden realizar su función correctamente, ya que como su nombre indica, son suplementos alimenticios y lo que hacen es complementar la dieta. También es necesario saber que para sacar el máximo provecho a un suplemento, el cuerpo tiene que estar preparado y debe tener una base de músculo. Esto quiere decir que si un principiante toma suplementos, no le van a causar el mismo efecto que a una persona que lleva 1 año entrenando. Se entiende como principiante a una persona que acaba de empezar a entrenar y hasta los 6 meses aproximadamente de entrenamiento.

Llevando una buena alimentación no es necesario tomar suplementos, ya que el cuerpo cubre todas sus necesidades mediante los alimentos que ingerimos. Pero si lo que se busca es lograr los objetivos con mayor rapidez, los suplementos son lo que buscas.

En la sección de Suplementos encontrarás toda la información necesaria sobre los suplementos adecuados para lograr tus objetivos.

La motivación es lo que mueve a las personas a hacer deporte/ejercicio y a fijarse objetivos por los que luchar hasta conseguirlos. Para no desmotivarse al poco tiempo de empezar, hay que fijar objetivos realistas y poco a poco ir exigiendo más. No hay que tener prisa en ver progresos en el físico, eso lleva su tiempo. Espera unos meses antes de judgar tu trabajo.

La mitad del progreso la forma el entrenamiento, la otra mitad la forman la alimentación y el descanso que son igual de importantes que las pesas o más.

Como acabamos de comentar, la alimentación es muy importante a la hora de empezar un entrenamiento. Hay que conocer el tipo de cuerpo de cada persona, y esto lo determina la genética.

Existen 3 tipos de cuerpo: Endomorfo, Mesomorfo y Ectomorfo. Cada tipo de cuerpo tiene su propia alimentación.
Endomorfo:
-Grande con estructura ósea ancha.
-Metabolismo lento.
-Tiende a almacenar grasa.

Alimentación:

-Mantén una dieta baja en grasas.
-Come proteínas de calidad (claras de huevo, pechuga de pollo, atún, carne magra)
-Haz pequeñas comidas varias veces al día.
-Evita los carbohidratos simples (azúcar, dulces, frutas, refrescos).
Mesomorfo:
-Musculado y fuerte por naturaleza.
-Torso largo, pecho completo, hombros anchos y reducida cintura.
-Responde muy bien a casi cualquier entrenamiento.

Alimentación:

-Ingiere por lo menos 2g de proteína por kilo de peso corporal.
-Mantén una ingesta moderadamente alta en carbohidratos.
-Limita tu ingestión de grasa.
Ectomorfo:
-Tiene un nivel bajo de grasa corporal.
-No tiene gran masa muscular.
-Metabolismo muy rápido.
-Le es difícil subir de peso.

Alimentación:

-Si es posible come cada 3 horas.
-Aumenta tu ingesta diaria de proteínas por kilo.
-Tu dieta debe estar constituida de: 25% proteínas, 50% carbohidratos y 25% grasas.
-Tómate una bebida de proteína 90 minutos antes de dormir.

En la sección de Nutrición puedes encontrar toda la información que necesitas para confeccionar tu propia dieta y en la sección de dietas puedes elegir tu dieta según tu objetivo.

Ahora que ya sabes lo más importante para entrenar, solo queda empezar.

pagina web: www.musculacionparaprincipiantes.com

miércoles, 10 de septiembre de 2014

deporte y diabetes

as personas con diabetes pueden hacer ejercicio y practicar deporte al mismo nivel que cualquier otra persona. Pero algunas de ellas no lo hacen. Fijémonos, por ejemplo, en Gary Hall, Jr., el nadador olímpico ganador de una medalla de oro. Es innegable que / Definitivamente, no nada como una persona promedio. Y los golfistas Kelli Kuehne y Michelle McGann no juegan a golf como tus amigos del minigolf local. Todos estos atletas conviven con la diabetes al tiempo que destacan en las competiciones deportivas.
¿Has captado la idea? Independientemente de que aspires a un oro olímpico o que solo te apetezca salir de excursión por los alrededores, la diabetes no debería ser ningún impedimento.

¿Cómo ayuda el ejercicio a las personas que tienen diabetes?

He aquí algunos de los efectos beneficiosos del ejercicio físico:
  • El ejercicio fortalece los huesos y los músculos.
  • El ejercicio reduce el riego de cardiopatías y de algunos tipos de cáncer.
  • El ejercicio mejora la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la resistencia.
  • El ejercicio aumenta el nivel de energía.
  • El ejercicio contribuye a que la insulina desempeñe mejor su función, lo que ayuda a mantener las concentraciones de azúcar en sangre dentro de los límites saludables.
  • El ejercicio quema calorías, lo que ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable.
  • El ejercicio fomenta el trabajo en equipo, el espíritu competitivo y la valentía.
  • El ejercicio ayuda a elevar la autoestima y la seguridad en uno mismo.
  • El ejercicio ayuda a liberar tensiones y a afrontar el estrés, aparte de relajar y levantar el ánimo.
  • El ejercicio puede incluso ayudar a aclarar las ideas y a focalizar mejor la atención.
Cualquier tipo de ejercicio es estupendo -se trate de sacar a pasear al perro o de practicar un deporte de equipo. Pero es importante que lo practiques cada día. Cambiar los hábitos a fin de poder hacer ejercicio cada día puede costar bastante al principio. Pero la mayoría de la gente dice que, en cuanto empieza a notar los efectos beneficiosos del ejercicio, se engancha a él. A partir de ese momento, resulta más fácil seguir haciendo ejercicio. Pero hay algunos datos que necesitas saber sobre el ejercicio y la diabetes.

¿Qué ocurre durante el ejercicio?

Los músculos necesitan más energía durante el ejercicio, por lo que el cuerpo libera más azúcar o glucosa que en estado de reposo. Para las personas con diabetes, esto puede tener algunos efectos colaterales. Por ejemplo, si el cuerpo no tiene suficiente insulina para utilizar la glucosa liberada durante la práctica de ejercicio, la glucosa permanece en la sangre, lo que provoca concentraciones elevadas de azúcar en sangre. Esto recibe el nombre de hiperglucemia.
El hecho de no tener suficiente insulina para poder utilizar el azúcar de la sangre también puede hacer que el cuerpo queme grasa como combustible. Cuando el cuerpo empieza a quemar grasa para utilizarla como combustible, se producen unas sustancias denominadas cuerpos cetónicos. Las personas con diabetes no deberían hacer ejercicio si tienen niveles altos de cuerpos cetónicos en sangre porque podrían encontrase muy mal. Si tienes diabetes tipo 1, tu médico te indicará cómo puedes comprobar tu concentración de cuerpos cetónicos (tal vez tengas que recoger una muestra de orina antes de hacer ejercicio) y cómo te debes tratar para normalizar la concentración de cuerpos cetónicos en el caso de que la tengas demasiado alta.
El hecho de que el cuerpo necesite más glucosa durante la práctica de ejercicio también puede hacer que descienda excesivamente la concentración de azúcar en sangre (lo que se denomina hipoglucemia). La hipoglucemia puede ocurrir cuando el cuerpo utiliza todo el azúcar almacenado, lo que implica que no queda más glucosa por liberar cuando la necesitan los músculos. Esto es especialmente cierto cuando la concentración de insulina en sangre sigue siendo alta porque ha transcurrido poco tiempo desde la administración de la inyección de esta sustancia. Tal vez necesites comprobar tu concentración de azúcar en sangre y tomarte un tentempié adicional para prevenir la hipoglucemia. Si vas a empezar un programa de ejercicios riguroso, como entrenarte para determinado deporte, probablemente tu médico te recomendará reajustar la dosis de insulina para prevenir la hipoglucemia.

Prepárate para el ejercicio

Todos los adolescentes -no solamente los que padecen diabetes- deben hacerse un chequeo médico antes de empezar a practicar un deporte. Tu médico te indicará qué cambios deberías introducir en tu plan de control de la diabetes, sea en cuándo has de comprobar tu concentración de glucosa en sangre y/o en la pauta de medicación, mientras hagas ejercicio o practiques algún deporte.
Lo más probable es que tu médico te dé carta verde para practicar cualquier actividad física que te apetezca empezar -después de todo, hacer ejercicio es una parte importante del plan de control de la diabetes. No obstante, es posible que tu médico te recomiende evitar determinados deportes de aventura, como la escalada en roca, el ala delta o el submarinismo. Ello obedece a que una persona podría sufrir graves lesiones si le bajara demasiado la concentración de azúcar en sangre durante la práctica de estos deportes.

Consejos sobre el ejercicio para las personas con diabetes

Los siguientes consejos te pueden ayudar a evitar los problemas relacionados con la diabetes mientras haces ejercicio:
  • Contrólate el azúcar. Tu médico te indicará cuándo debes comprobar tu concentración de glucosa en sangre -es probable que necesites comprobarla antes, durante y después de hacer ejercicio.
  • Toma la dosis correcta de insulina. Es posible que tu médico te recomiende reajustar la dosis de insulina cuando hagas ejercicio o deporte. Si te inyectas insulina, no lo hagas en una parte del cuerpo que utilices en la actividad antes de practicarla (como inyectarte insulina en la pierna antes de jugar a fútbol). Esto podría provocar que la insulina se absorbiera demasiado deprisa. Si llevas una bomba de insulina, asegúrate de que no interfiere con la práctica de ejercicio y que no se puede desconectar durante la misma. Pregúntale a tu médico que deberías hacer cuando no quieras llevar la bomba.
  • Aliméntate bien. Tu quipo de diabetología también te ayudará a adaptar tu plan dietético a fin de que tengas suficiente energía para hacer ejercicio. Por ejemplo, tal vez necesites tomar un tentempié adicional antes, durante o después de entrenar. Asegúrate de seguir una dieta adecuada para la diabetes -no pruebes estrategias como atiborrarte de hidratos de carbono antes de correr o comer o beber menos a fin de bajar de peso para poder participar en determinada categoría de lucha libre. Estas actividades pueden ser peligrosas para las personas con diabetes.
  • Lleva encima tentempiés y agua. Independientemente de que juegues a fútbol en el colegio o nades en la piscina de tu casa, ten agua y algo para picar a mano.
  • Si sales de viaje, llévate todo lo necesario para controlar la diabetes. Si vas a hacer ejercicio lejos de casa, no te olvides de incluir en la maleta los aparatos de medición, tus medicamentos, tu pulsera de alerta médica, información sobre dónde acudir en caso de emergencia y una copia de tu plan de control de la diabetes. Acostúmbrate a guardar todos esos artículos en una bolsa especial para que no tengas que pensar en cogerlos uno a uno cada vez que hagas el equipaje.
  • Díselo a tus entrenadores. Asegúrate de que tus entrenadores y monitores saben que tienes diabetes. Infórmales sobre lo que necesitas hacer para controlar la diabetes antes, durante o después de hacer ejercicio.
  • Toma el control. No dudes en dejar de hacer ejercicio o tomarte un respiro si necesitas picar algo, beber agua o ir al lavabo. También deberías interrumpir la sesión de entrenamiento si no te encuentras bien o percibes cualquier signo de que algo va mal.

En qué te debes fijar

Tu médico te enseñará qué concentraciones de azúcar son adecuadas o inadecuadas para hacer ejercicio. Si tu concentración de azúcar es inadecuada, también te explicará qué debes hacer para poder retomar la actividad que estabas practicando. Si percibes cualquiera de los signos o síntomas que figuran a continuación, deja de hacer ejercicio y sigue tu plan de control de la diabetes.
Es posible que tengas una concentración baja de azúcar en sangre si:
  • estás sudando mucho
  • notas que se te va la cabeza o te sientes mareado
  • estás tembloroso
  • te sientes débil
  • estás ansioso
  • tienes hambre
  • te duele la cabeza
  • te cuesta concentrarte
  • estás confundido
Es posible que tengas una concentración alta de azúcar en sangre si:
  • tienes mucha sed
  • tienes que orinar mucho
  • estás agotado
  • ves borroso
Asimismo, fíjate en cualquier corte, rasguño o ampolla que tengas y cuéntaselo a tu médico si se te ponen muy rojos, se te inflaman o te supuran pus -podrían ser signos de infección.
Estando preparado y sabiendo cómo seguir tu plan de control de la diabetes, podrás prevenir los problemas relacionados con esta enfermedad durante la práctica de ejercicio. Después de todo, los atletas profesionales siguen un programa de entrenamiento y nutrición para rendir al máximo -piensa en tu plan de control de la diabetes como en tu mapa de carreteras personal hacia el éxito deportivo.

viernes, 5 de septiembre de 2014

5 Cosas que NO debes hacer si sufres de la Tiroides

Se trata de un post bastante sencillo con algunas recomendaciones generales de lo que NO se debe hacer en caso de hipotiroidismo, ya sea que lo tienes o que sospechas que lo tienes.

Este tema te concierne ya sea que te hayan diagnosticado hipotiroidismo, que tengas familiares con hipotiroidismo, o que te cueste mucho adelgazar aún después de haber mejorado tu dieta y haber incluído el ejercicio en tu rutina.

Descubre entonces lo que debes evitar en tu caso.


No falles al identificar tus síntomas


¿Cuáles son los síntomas de una persona cuya tiroides no funciona al ritmo debido? Si sufres de hipotiroidismo debes saberlo:
  • Fatiga
  • Aumento de peso
  • Estreñimiento
  • Dificultad para concentrarse
  • Presión arterial baja
  • Retención de líquidos
  • Depresión
  • Dolores musculares
  • Reflejos lentos
Y muchos otros.

Básicamente es una condición generalizada de metabolismo lento.

De hecho, diagnosticar el hipotiroidismo es bastante difícil (más abajo te hablo sobre esto), y de allí la importancia de que estés consciente de cómo responde tu cuerpo en tu día a día y de cómo te sientes.

No asumas que todos tus síntomas se deben a la tiroides


Cuando se les ha diagnosticado hipotiroidismo, muchas personas tienden a echarle la culpa a sus tiroides de todos los males que tienen.

Esto no sólo puede no ser verdadero, sino que puede llevar a otros problemas. Por ejemplo, puede ocurrir que tu tratamiento esté funcionando bastante bien pero que haya un síntoma persistente que tú crees que es por tu tiroides y haga que pienses que tu tratamiento no funciona. Otro problema es que, al creer que todo tiene que ver con la tiroides, no prestes atención a otras condiciones que tal vez requieran un tratamiento separado.

Por eso es importante que te enteres bien de qué síntomas pueden estar relacionados realmente con una tiroides hipoactiva, y que los converses bien con tu médico para que, si es necesario, busquen otros indicios y te puedan realizar diagnósticos adecuados en cada caso.

No desperdicies tu cita con el médico


Cuando vayas al médico para revisar tu tiroides, trata de ser lo más detallista posible con respecto a tus síntomas... pero también directo al grano y puntual.

Con todo lo que puede causar el tener una tiroides que no responde bien, es seguro que entre frustración y                   desesperación quieras descargarte con alguien, pero tu médico no es la persona adecuada para hacerlo.

Recuerda que mientras más efectiva sea la comunicación entre ustedes dos, mejor podrá él o ella ayudarte a determinar exactamente en qué grado tu tiroides está afectada y cuál es el mejor procedimiento a seguir.

A mí me pasa a veces con personas que me piden ayuda pero sólo dicen "necesito adelgazar, por favor ayúdame", o que me dicen "yo hago ejercicio y como saludable pero no puedo adelgazar, ¿por qué será?".

Es IMPOSIBLE responder a esas demandas. Para poder diagnosticar y dibujar bien un caso es necesario saber información detallada, incluyendo números. Tu médico necesita saber exactamente lo que estás haciendo: qué alimentos comes, a qué hora y cuántos, qué tipo de ejercicios haces, con qué frecuencia y por cuánto tiempo, cuánto duermes, cómo ha variado tu peso, si tomas cualquier tipo de medicamento o suplemento, etc.

No decirle a tu médico estas cosas, o decírselas en forma muy vaga o incompleta, puede dañar completamente su capacidad de diagnosticar tu caso.

No te creas todo lo que lees o te dicen


En una investigación publicada la semana pasada mencionaban que cada vez más personas buscan información en Internet acerca de sus padecimientos.

La red se ha convertido en la herramienta más poderosa para compartir información.

¿El problema? La red no discrimina entre información fiable y falsedades. Y posiblemente tú tampoco estés completamente capacitado para hacerlo, sobretodo cuando se trata de una afección de salud.

Sufrir de la tiroides es una condición de salud seria y no debe tomarse a la ligera (independientemente de que varios médicos y otras personas consideren que son "tonterías" o "exageraciones" de tu parte).

Lo que he escrito aquí viene de una serie de recomendaciones de Mary Shomon, una experta en el tema reconocida internacionalmente, pero no debes olvidar que en estas cosas la última palabra debe tenerla tu médico.

Y que sea un médico calificado y que pueda entenderte, pues no todos los profesionales tienen la misma formación ni las mismas ganas de ayudar. Asegúrate que te médico está bien actualizado, y no creas de entrada los resultados de pruebas que salen con valores "normales".

En el caso del diagnóstico del hipotiroidismo, no hay un concenso médico acerca de cuáles valores indican una tiroides hipoactiva. Además, si tus valores están en el límite pero aún dentro del rango que tu médico considera "normal", podrían decirte que no tienes ningún problema (y no es cierto).

Con todas estas dudas, más la posibilidad de valores normales de algunas sustancias, y valores límites de otras (por ejemplo TSH normal, pero T3/T4 bajas, o TSH/T3/T4 normales pero presencia de anticuerpos), la condición de la tiroides es muy difícil de diagnosticar, así que es importante que te enteres bien de los resultados de tus exámenes y que busques una segunda (o hasta tercera) opinión si tus síntomas persisten.

Otra cosa es que no te pongas a inventar a estar comprando suplementos y medicinas por tu cuenta o porque fulano te lo recomendó, ni tampoco que te creas lo que dicen las etiquetas de estos productos (que si es natural y cosas así). Si vas a buscar cosas por tu cuenta entonces infórmate muy pero muy bien, pero recuerda: lo mejor siempre será recurrir a un especialista que pueda estudiar tu caso particular y darte una opinión bien informada.

Pon de tu parte y ¡no pierdas la esperanza!


Recuerda que hay muchas cosas que tú puedes hacer para ayudar a tu cuerpo a tener mejor salud. En muchas enfermedades, el comportamiento general del paciente puede alterar significativamente los resultados del tratamiento: tanto para bien como para mal.

Por ejemplo, en el caso del hipotiroidismo, fumar es malísimo (siempre es malísimo, pero para quienes tienen hipotiroidismo es peor todavía). Si realmente quieres gozar de una mejor salud, debes ser consciente de que te toca hacer el esfuerzo de dejar de fumar.

Pero recuerda, no tienes porqué llevar esa cru en soledad. Lo más inteligente que se puede hacer cuando uno tiene un problema o una dificultad es buscar ayuda.

Y cuando se trata de dejar de fumar, iniciar una actividad física, comer saludablemente o cualquier otro cambio positivo en tu estilo de vida, ten por seguro que encontrarás a más de una dispuesto a ayudarte.

Pero repito: que sea ayuda adecuada.

Cuando se trata de tu médico, recuerda que existe la posibilidad de encontrarte con alguno que te dirá cosas tipo "lo que estás es etresado" (o deprimido, o eres flojo, o no estás haciendo suficiente ejercicio), o que te mandan a hacer un único examen de TSH y si sale "normal" con eso les basta, o te dicen que "tienes que comer menos y hacer más ejercicio".

Todo paciente con una condición de salud no óptima tiene el derecho de ser bien atendido y de que su caso sea estudiado lo más detalladamente posible, y tiene el deber de vigilar y exigir que así sea.

Así que si tienes que cambiar de médico, hazlo. Es tu salud lo que está en juego.

Y recuerda también: para una persona con hipotiroidismo, adelgazar es posible. Ocurrirá más lentamente, pero ocurrirá, ANIMO.