lunes, 7 de julio de 2014

Leche de vaca ¿Realmente mala para la salud?

La leche de muchos animales, particularmente las vacas, ha sido un elemento básico en la alimentación de muchas culturas, pero no para todas. Además, ofrece otros derivados como el queso, el yogur y la mantequilla que son una fuente muy importante de proteínas, vitamina D y calcio.


Sin embargo, la leche de vaca también es uno de los principales desencadenantes de la intolerancia a la lactosa. La lactosa es un azúcar que generalmente se digiere en el intestino cuando la lactasa rompe la lactosa en glucosa y galactosa, las dos moléculas que la forman. Muchas personas carecen de lactasa,  o bien  tienen mermada su capacidad de digerir la lactosa y sufren cólicos intestinales, hinchazón, malestar, etc. Este problema se puede resolver de dos formas. La primera es eliminando la lactosa de la dieta, consumiendo derivados lácteos fermentados donde la cantidad de lactosa presente en la leche original ha sido utilizada por los microorganismos para acidificar el alimento y así obtener por ejemplo el yogur. La segunda pasa por utilizar suplementos orales de lactasa que permitan digerir el alimento sin ningún tipo de complicación.
En otras ocasiones los productos lácteos pueden ser los causante de alergias alimentarias. Este es un problema que va más allá de la intolerancia a la lactosa y que, como ésta, puede causar síntomas realmente molestos. Clínicamente la leche se ha relacionado con sinusitis, migrañas o dolor de articulaciones.
En caso de alergia a las proteínas de la leche de vaca, la dieta debe excluir todos los alimentos que los contienen. Esto significa que la leche y los productos derivados de ella (yogur, quesos, postres lácteos…) y todos los productos que contienen leche, proteínas de la leche, o derivados de proteínas de leche presentes en ciertos alimentos industriales serán eliminados de la dieta. Para evitar problemas más graves empezaremos por leer las etiquetas; en caso de duda, preguntaremos a los responsables de la marca o a la oficina del consumidor.
Las proteínas que debemos excluir de la dieta no siempre se limitan a las de la leche de vaca. Este tipo de alergias pueden aparecer con el consumo de leche de soja y leche de cabra.
Como podemos ver, la leche es un alimento con tal diversidad de nutrientes que, en algunos casos, puede producir problemas de salud derivados principalmente de alergias e intolerancias, pero esa cuestión no debe ser un motivo para que personas sanas dejen de utilizar la leche de vaca como alimento básico de la dieta.
En una dieta equilibrada, la leche puede proporcionar muchos nutrientes esenciales para el crecimiento adecuado, el desarrollo óseo y la salud dental. Se trata de un alimento muy rico en calcio, un vaso de 200 mililitros proporciona un tercio de las necesidades diarias de calcio. También es importante por su contenido proteico y su contenido en vitaminas como las hidrosolubles B2, B12 y B1, C, niacina y ácido fólico y las liposolubles A y D, también es una fuente muy destacable de potasio, magnesio y zinc en la dieta.
Espero que haya sido de vuestro interés.

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